Las bicis elípticas son máquinas ideales para
optimizar tu forma física y para perder peso. Una vez que te montas en una
elíptica descubres dos grandes beneficios:
- Ejercicio físico cardiovascular de bajo impacto articular.
- Trabajo físico del tren inferior y superior.
Por estos motivos es por los que su
popularidad tanto en gimnasios profesionales como en gimnasios caseros se ha
incrementado notablemente. Sus ventajas frente a su principal rival “la cinta
de correr” son múltiples, pero la principal es que permite realizar ejercicio
físico global a grupos de población a los que la cinta está prohibida – mujeres
embarazadas – o en los que la cinta puede perjudicar su salud – gente mayor,
gente con lesiones articulares, etc. -.
Para hacernos una idea de los beneficios de
la elíptica, tenemos que considerar que probablemente el mejor ejercicio a
nivel cardiovascular que existe es correr. Sin embargo correr no está exento de
peligros tales como riesgo de lesiones articulares, musculares y de los huesos.
Cada vez que se da una zancada corriendo, el peso que soportan las
articulaciones es aproximadamente 2 veces y media su peso corporal. Esta
situación de estrés sobre el organismo se agrava cuando se corre sobre cemento,
asfalto o aceras.
Las bicicletas elípticas eliminan ese impacto
gracias a su movimiento, mezcla de correr y de esquí de fondo. Los pies nunca
van a dejar de estar en contacto con los patines, así que no se produce ningún
impacto articular.
Yo he entrenado en bici elíptica en épocas de
lesiones que me impedían salir a correr (tendinitis rotuliana, meniscofascia,
periostitis) y me ha permitido mantener la forma cuando he retomado la carrera
a pie.
A parte de las ventajas que nos aporta a
nivel de reducir el impacto musculoesquelético, otro factor muy importante a
tener en cuenta de la bicicleta elíptica es que realiza un trabajo doble:
·
Por un lado se trabaja el tren inferior al ejecutar el movimiento
elíptico.
·
Por otro lado, al tener unas asas para las manos que hay que mover, se
ejecuta un trabajo de movilización y tonificación del tren superior. ¡Ojo!. Con
esto no te van a crecer los bíceps como a Popeye, pero es un trabajo del tren
superior que no vas a conseguir ni con la bici ni corriendo, y además produce
un efecto adicional de quema de grasa o de hidratos de carbono, ya que
involucra un mayor número de músculos, con lo que se agranda el consumo
metabólico de tu cuerpo.
Músculos trabajados con elíptica (fuente www.fullmundo.com) |
Sí tienes espacio para tener una elíptica en casa (es más grande que una bici estática o una bici de spinning) yo te la recomendaría sin lugar a duda. El trabajo que puedes realizar con ella es mucho más entretenido (de hecho ya existen gimnasios que dan clases tipo spinning con elípticas) al involucrar todos los grupos musculares, y si haces running es el complemento ideal para los días de inverno en que las condiciones meteorológicas no nos invitan a calzarnos las zapatillas para salir a correr.
No hace falta hacer un gasto exagerado para
tener una bici elíptica en condiciones en casa. Cuando yo me compré la mía fui
pelín cutre y escogí la más barata que encontré. Está muy lejos de las
prestaciones que cualquier elíptica de uso doméstico te puede dar hoy en día, pero aún así
no me ha dado más que satisfacciones. Cuando vayáis a escogerla principalmente
os tenéis que fijar en el peso del disco de inercia (ha de ser superior a 6
kilogramos) y en la fluidez del movimiento. Probadla en la tienda y notad si el
movimiento es fluido y el ruido que puede hacer. Qué no os engañen con
programas de la máquina y pijadas similares. Lo único que necesitas para
entrenarte es una buena máquina y un crono, nada más. Por un rango de 300-400
euros se encuentran muchas máquinas de óptimas condiciones.
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